Desde hoy el roaming ya no existe en los 27 países de la Unión Europea. En otras palabras, si vives en un país de Europa y viajas a otro no deberás pagar ningún recargo por llamar, enviar SMS o usar los datos de tu tarifa móvil… ¡Adiós a los temibles recargos por itinerancia!
¿Cómo nos afecta esta nueva medidas? Analicemos sus puntos clave.
¿En qué países me ahorro pagar más?
Esta medida se aplica a los 27 países de la UE, es decir: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, República Checa, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Eslovenia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, Rumanía y Suecia. Reino Unido queda supeditado a las negociaciones del Brexit. Andorra queda al margen.
¿Hay límites de uso?
Hay los límites que tenga tu tarifa. Si vives en España y te vas una semana de vacaciones a cualquier país de la UE podrás usar el móvil igual que en casa. Por ejemplo, si tienes una tarifa con llamadas ilimitadas y 2GB de datos estos serán tus límites en tus vacaciones. No cambia nada.
¿Qué medidas se toman para evitar fraude?
Eso sí, existe un límite temporal que, si se supera hará que tu compañía telefónica tome medidas. Este límite es amplio, de 4 meses.
Es decir, si pasas más de 4 meses usando tu teléfono durante más tiempo en países extranjeros que en el que tienes contratada tu tarifa, te llegará una carta de tu operadora pidiéndote una justificación. Si no eres capaz de dársela se te aplicarán unas tarifas de recargo.
Esto se hace para evitar abusos, como no permitir que gente que vive habitualmente en un país contrate una línea en otro país donde las tarifas de telefonía son mucho más baratas.
Esta medida tiene una excepción: los trabajadores fronterizos. Si se conectan a la red nacional en cualquier momento del día, esta conexión cuenta como día de presencia.
¿Hay letra pequeña?
No, todas las compañías están obligadas desde el 15 de junio a ofrecer la llamada “itinerancia como en casa” (muchas han esperado hasta el final). Los recargos son cosa suya y las compañías de los distintos países se arreglarán entre ellas.
Fuente: La Vanguardia