Hubo una época en la que leer las noticias en mi muro de Facebook me deprimía. No solo por el contenido de las noticias en sí, también por los comentarios. ¿Te ocurre lo mismo? Para echarte una mano, he recopilado los mejores consejos para evitar depresiones “facebookianas”.
Recuerda que no necesitas saberlo todo
No necesitas leer toooodas las noticias que te aparecen en Facebook ni dedicar horas y horas leyendo. Tampoco tienes por qué tener en tu muro medios de comunicación cuya ideología o forma de pensar tiende a deprimirte. Edita tus preferencias para que aparezcan aquellas cosas que te animen o te diviertan.
Limita tus horas en Facebook
En otras palabras: prioriza otras actividades en tu vida. Si te encuentras delante del ordenador o con el móvil en la mano, piensa: “¿he hecho todo lo que tendría que hacer?”. Tal vez puedes hacer ejercicio, limpiar la casa o hacer pequeños recados.
Reaviva tu optimismo
Coge lápiz y papel. Anota 50 cosas que te animan, que te recuperan el optimismo: “ver aquella película”, “dar un paseo”, “dibujar con música de fondo”… No existen respuestas correctas aquí. Si un día un vistazo rápido a las noticias de Facebook te ha dejado KO, acude rápidamente a esta lista y realiza algunas de estas acciones aunque no estés con ánimos.
Sal afuera, cambia las cosas
No te estoy diciendo que te apuntes al voluntariado. No subestimemos las pequeñas acciones. Sonreír a un desconocido, ceder tu asiento en el transporte público, dar las gracias o enviar un “¿Cómo estás?” por WhatsApp prometiéndote que vas a escuchar lo que tenga que decirte la otra persona al otro lado del chat son acciones que te ayudarán a ver que tienes poder para cambiar las cosas.
Habla con niños
¿Tienes hijos? Habla con ellos. ¿Sobrinos, vecinos…? Lo mismo. Los niños más pequeños aún no tienen las máscaras que la Sociedad nos obliga a ponernos a nosotros, los mayores. Una charla amena con un niño no solo te revitalizará y te permitirá ver que aún hay lugar para la imaginación y la esperanza; también estarás validando su imaginación al prestarle atención.
Inspiración para el artículo: Ann Douglas